La primera vez que probé los «volcanes de chocolate» fue en un restaurante de Segovia que se llama «El Narizotas», al que en cuanto puedo suelo ir con mis compis porque ¡nos encanta! Fue hace muchos años, en una comida de empresa y creo que por aquél entonces yo no sabía que existía la Thermomix. En cuanto partimos el primer trozo con la cuchara y nos salió en chocolate fundido, todos nos quedamos sorprendidos y comentamos lo original y riquísimo que estaba el postre, ¡no dejamos ni las migas!
Pasados unos años, cuando me compré la Thermomix y descubrí cómo hacer los volcanes, los hice inmediatamente y desde ese momento es uno de los postres más habituales en mi casa. Siempre sorprende y gusta muchísimos a los invitados.
¡No sé cómo explicar lo riquísimo que está!, creo que viendo la foto os hacéis una idea, pero ¡tenéis que probarlo!
Es la merienda preferida de mis hijas y algún domingo que otro, las doy la sorpresa y se los hago. Nos encanta tomarlos acompañados de helado de vainilla o de nata montada bien fría y ahora que estamos en época de fresas, también con ellas.
Para que queden en su punto, hechos por fuera y chocolate fundido por dentro, hay que hacerlos en muy poco tiempo, a una temperatura alta, por eso es importantísimo no pasarnos de los 7 minutos de horneado, a 240º. Si nos pasamos, se hacen demasiado y no sale el chocolate fundido. Mi horno es muy viejito y lento, así que los tengo 8 minutos y quedan perfectos, ya que con menos tiempo no quedan hechos bien por fuera y se me rompen.
¡Animaros a hacerlos, os gustarán!
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