Después de las comilonas de estas fiestas hay que empezar en serio a cuidarse y una de las comidas más habituales son las ensaladas.
Para no aburrirme procuro ir variando de ingredientes que acompañan a la lechuga y al tomate. Ésta es una de esas ensaladas que me gusta muchísimo y no sólo a mí, porque a mi hija mayor la encanta. La gusta mucho las ensaladas, las gulas y la mostaza, así que la primera vez que la hice, ella ya había cenado (a falta del postre) le ofrecí probarla y casi se come la mitad, ¡cómo la ha gustado!.
Hay que prepararla justo antes de tomarla, ya que está mucho más rica si la vinagreta está templada y no fría.
¡Espero que os guste!.