Ya llega Halloween y es época de «calabazas», ¡qué ricas!
Esta tarta la hice por primera vez hace 10 años (la publiqué en el blog en octubre del 2.012) y ya me gustó mucho, pero la hice sin la cobertura de nata montada. Desde que hace unos años le añadí esa cobertura, se ha convertido en una de nuestras tartas favoritas del otoño. ¡Está espectacular! así que había que rescatarla, actualizando la receta y la foto.
La calabaza la aso en el horno porque aprovecho para tener cantidad y así hacer algún bizcocho para la semana o para acompañar algún plato de carne, por ejemplo.
Compro una calabaza entera, la parto por la mitad, retiro las semillas con una cuchara y pongo las 2 mitades en una bandeja de horno forrada con papel de hornear, con la piel hacia arriba. Introduzco la bandeja en el horno, previamente precalentado a 180º y horneo durante 45 minutos aprox. o hasta que la pulpa esté blanda.
Sacamos del horno, dejamos que temple y retiramos la pulpa con ayuda de una cuchara. Se guarda en un tarro de cristal (cerramos cuando esté completamente fría) en el frigorífico y así ya la tenemos lista para utilizar cuando la necesitemos.
Para esta receta necesitamos 800 g de calabaza asada.
¡Espero que os guste!