Tarta Colibrí (Hummingbird Cake)

¡Me encanta esta tarta!, la mezcla de sabores que tiene el bizcocho (piña, plátano, canela, coco, …) y su jugosidad, junto con el frosting de queso, la ha convertido en una de mis favoritas. Ya se que ésto lo digo muy a menudo, ¡me gusta mucho el dulce!, pero os aseguro que está muy, muy rica.

Si habéis probado los «Hummingbird cupcakes« (pinchando sobre el nombre, podéis ver la receta) y os han gustado, animaros a hacer esta tarta.

¡Espero que os guste!.

• Ingredientes:

* Para el bizcocho:

– 50 gr. de nueces

– 170 gr. de piña al natural escurrida (una lata pequeña)

– 220 gr. de puré de plátanos (3 plátanos aprox.)

– 2 huevos grandes (L)

– 100 gr. de azúcar

– 100 gr. de azúcar moreno

– 130 gr. de aceite de oliva suave o aceite de girasol

– 1 cucharadita de extracto de vainilla

– 1 cucharadita de canela en polvo

– 50 gr. de coco rallado

– 230 gr. de harina de repostería

– ½ cucharadita de bicarbonato sódico

– ¼ cucharadita de sal

* Para el frosting de queso:

– 500 gr. de azúcar 

– 120 gr. de mantequilla a temperatura ambiente

– 270 gr. de queso Philadelphia frío

– 1 cucharadita de extracto de vainilla

* Para decorar:

– 3-4 nueces

– ½ cucharadita de canela en polvo

• Preparación:

Precalentamos el horno a 180º. Engrasamos con mantequilla o spray desmoldante 3 moldes desmoldables de 18 cm. de diámetro. Reservamos.

Ponemos las nueces en el vaso de la Thermomix y programamos 10 segundos, a velocidad 7. Retiramos del vaso y reservamos en un bol.

Sin lavar el vaso, echamos la piña en trozos y trituramos durante 10 segundos, a velocidad 7. Retiramos del vaso y reservamos en otro bol.

Sin lavar el vaso, ponemos los plátanos en trozos y programamos 10 segundos, a velocidad 7. Retiramos del vaso y reservamos en el bol anterior, junto con la piña.

Sin lavar el vaso, echamos los huevos, el azúcar y el azúcar moreno. Programamos 2 minutos, a velocidad 2½.

Añadimos el aceite, el extracto de vainilla, la piña triturada y el puré de plátano. Programamos 1 minuto, a velocidad 3.

Agregamos las nueces reservadas, la canela y el coco rallado. Programamos 30 segundos, a velocidad 3.

Incorporamos la harina, el bicarbonato y la sal. Programamos 15 segundos, a velocidad 3. Terminamos de mezclarlo todo con la espátula, mediante movimientos envolventes.

Repartimos esta mezcla, de manera uniforme, entre los tres moldes (es muy importante que en los tres moldes pongamos la misma cantidad de masa). Alisamos la superficie con una espátula.

Horneamos durante 25 minutos, a 180º (o hasta que al pinchar con un palillo en el centro del bizcocho, éste salga limpio).

Sacamos del horno, esperamos a que templen durante 15 minutos, desmoldamos y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.

Cuando estén completamente frío, los envolvemos individualmente en papel film transparente y dejamos reposen durante unas horas (yo los hago por la tarde-noche y dejo que reposen hasta el día siguiente) para que tanto la textura como el sabor estén más asentados.

2.- Frosting de queso:

Ponemos el azúcar en el vaso de la Thermomix (tiene que estar limpio y completamente seco) y programamos 30 segundos, a velocidad progresiva 5-7-10.

Añadimos la mantequilla que tiene que estar un poco blanda y programamos 2 minutos, a velocidad 2½. Con la espátula separamos la crema que haya quedado pegada a las paredes del vaso y volvemos a programar 2 minutos, a velocidad 3.

Agregamos el queso y programamos 1 minuto, a velocidad 3.

Vertemos el frosting en una manga pastelera con boquilla de estrella abierta y reservamos en el frigorífico hasta que coja consistencia.

3.- Montaje:

Colocamos unos de los bizcochos en un plato llano o bandeja, cubrimos con un tercio del frosting de queso, colocamos otro bizcocho encima y también cubrimos con otro tercio del frosting.

Colocamos el último bizcocho encima y cubrimos con el resto del frosting. Decoramos con nueces y espolvoreamos un poco de canela en polvo por encima de la tarta.

Partimos en porciones y servimos.

• Fuente: adaptada de la receta de Bea Roque en su libro «El rincón de Bea».