¡Me encantan las tartas de limón!. Sobre todo después de una comida copiosa porque no son pesadas y no empalagan.
La hice el fin de semana pasado que vinieron mis suegros y ¡nos encantó!. Es muy suave y la verdad es que me comí dos trozos sin darme cuenta.
Aunque veáis bastantes pasos en la receta, no es complicada. Lo importante es que cuando mezclemos la crema de yemas con la nata y con las claras montadas, lo hagamos con cuidado, despacio y con movimientos envolventes de abajo hacia arriba. Así conseguiremos la textura de «mousse» que queremos.
En cuanto a la cantidad de zumo de limón a echar, con 80 gr. para mí ha quedado en su punto, pero si os gusta con más sabor podéis añadir 20 gr. más; y al contrario, si os gusta con menos sabor, con 50 o 60 gr. será suficiente.
¡Espero que os guste!.