Me gustan mucho los higos que hay ahora porque son verdes, de piel fina y muy dulces. Generalmente me traigo bastantes de casa de mis suegros, pero este año ni uno, se caen y se estropean. Por otro lado, mi hermana, que vive en Cantabria, me cuenta que por donde viven ella y mi madre hay tantos que no saben qué hacer con ellos, ¡qué rabia, yo les tengo que ir a comprar!.
Pero hace unos días, cuando llegué a casa del trabajo, me encontré con una bolsa llena de higos, ¡qué alegría!. Me la había dejado en casa mi amiga Mónica, que sabe que me encantan. Estaban en su punto, maduros y muy dulces.
Enseguida pensé en hacer mermelada, pero luego me decidí por una tarta. La verdad es que nunca había hecho ni probado una tarta de higos, pero si las tartas de fruta son las que más me gustan, la de higos no iba a ser menos.
La llevé a casa de mis suegros donde habíamos quedado con unos amigos, Pili y JuanMa, luego se unieron a tomar café unos cuantos amigos más y la tarta voló. ¡Nos encantó!.
Es muy fácil de hacer y nada empalagosa. ¡Espero que os guste!.