Éstos son los dos primeros roscones que hago estas Navidades, pero os aseguro que no serán los últimos, el que no está relleno es de ¾ Kg. y el relleno de nata es de ¼ kg. ¡Cómo me gusta hacerlos!, lo disfruto desde el primer momento con el olor del azúcar glas aromatizada, del agua de azahar, … mientras se hornean dejan un delicioso olor en la cocina y luego, cuando los comemos, ¡ummm! para mí están mucho más ricos que los comprados.
Mis hijas ya llevaban un par de días diciéndome que cuándo íbamos a hacer el roscón. Ya tienen varias sorpresas preparadas para meter en los roscones que hagamos estos días, así que este lunes, que teníamos un día tranquilo, nos pusimos a ello.
La receta es sencilla pero requiere tiempo y ésto es fundamental, hay que tener paciencia. No tenemos que hacerlo con prisas y hay que respetar los tiempos de levado de la masa para que quede esponjoso y en su punto. Los tiempos son aproximados porque depende de la temperatura ambiente de la cocina o del sitio donde lo pongamos a levar.