Según mi marido, éste es uno de los bizcochos más esponjosos y ricos que he hecho. No pensé que quedaría tan bueno, pero cuando partí el primer trozo (como el de la foto) y lo probamos nos encantó. La primera expresión de mis hijas fue: ¡qué blandito y qué rico, mamá!.
La verdad es que es muy importante cogerle el punto al horno y estar pendiente de que no se pase porque cuanto más se hacen los bizcochos o se pasan de tiempo de horno van quedando más secos.
Simplemente decorado con azúcar glas es suficiente. La primera vez lo acompañé con un poco de mermelada de frambuesas y la mezcla es deliciosa, es resto de las veces que lo he hecho, lo hemos tomado sólo con el azúcar glas por encima (bueno, mis hijas lo toman acompañado de un buen vaso de Cola-Cao).
¡Animaros a hacerlo!.