Hace unos días mi suegra me trajo unos cuantos Kg. de membrillos. Tanto a ella como a mí nos gusta muchísimo, sobre todo para cenar, acompañado de queso (ella con queso fresco y yo con semi-curado). Así que ahora aprovecho cualquier momento para preparar «dulce de membrillo» casero e ir repartiendo con la familia, antes de que se estropeen. Ya he comprado unos cuantos paquetes de azúcar y azúcar moreno para poder hacerlo.
En esta receta se utiliza «agar-agar» que es un espesante natural, que se extrae de algas rojas. No aporta sabor, no tiene calorías y tiene un alto contenido en fibra. Se compra en herbolarios o herborísterías, aunque ya lo hay en muchos supermercados (yo lo compro en polvo).
Alguna vez que lo he preparado, el membrillo, sólo con azúcar y limón me ha quedado un poco blando porque el que espese más o menos depende del grado de madurez que tengan los membrillos y de la pectina (se soluciona añadiendo más tiempo a la cocción, pero alguna vez me he dado cuenta tarde, cuando ya estaba completamente frío). Con el agar-agar me queda más compacto y no le aporta ni sabor, ni color.
¡Espero que os guste!