Ya sabéis que el «dulce de membrillo« me encanta y muchos días, esa es mi cena con queso semicurado y pan tostado. Así que en cuanto vi la receta de este semifrío la anoté en pendientes para hacerla.
Hace un par de fines de semana la hice y os puedo asegurar que está buenísimo. Pensé que iba a quedar un poco empalagoso, pero no es así. Tiene el punto justo de dulce y la combinación con el queso rallado congelado y las nueces (podéis acompañarlo con cualquier otro fruto seco o con una mezcla de varios), es perfecta.
Además, si queremos hacerlo como postre para una comida especial, con familia o amigos, es cómodo porque hay que hacerlo es día anterior y ese día nos despreocupamos, sólo tendremos que rallar el queso congelado y preparar los frutos secos. En la decoración veis que espolvoreé el queso por encima pero sobra bastante y lo puse en un cuenco pequeño con una cucharilla para que cada uno se sirviese más si le apetecía, la verdad, es que lo terminamos.
¡Espero que os guste!