Croquetas de bacalao

Croquetas de bacalao

¡Me gustan muchísimo las croquetas de bacalao! y eso que no hace tantos años que las probé por primera vez. Recuerdo que fue en una cervecería que hay en el centro de Madrid y de aperitivo sólo tiene croquetas de bacalao o bacalao rebozado. Es un sitio pequeño pero está a tope de gente y tenemos que tomarlo en la calle.

Desde entonces, siempre que puedo y voy a comer a casa de mis suegros, mi marido y yo nos escapamos a tomar una cañita con croquetas de bacalao.

Ahora, las hago yo en casa cuando nos apetece y siempre nos acordamos de ese sitio. Además, a mis hijas las gustan muchísimo y eso que, cuando eran pequeñas, no podían comer lo que llevase bechamel como croquetas, lasaña, …

Para que queden bien rebozadas y no se abran al freírlas es muy importante que el aceite las cubra completamente y que esté muy caliente cuando las echemos.

¡Espero que os gusten!.

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Calamares en su tinta

Calamares en su tinta

¡Me encantan los calamares en su tinta!. Mi madre los hacía a menudo y recuerdo que nos poníamos las botas, no parábamos de mojar pan en la salsa hasta terminarlo. Por su aspecto, mi hermana no los quería ni probar, hasta que ya siendo bien mayorcita se animó y ahora es uno de sus platos favoritos (comía con la vista y, aunque ya menos, todavía lo sigue haciendo).

Siempre que los hago los acompaño de arroz blanco, así es como más me gustan.

Es una receta sencilla y quedan riquísimos. Para que la salsa no quede muy líquida tenemos que secar bien los calamares con papel de cocina, así todo, cuando termine el tiempo programado comprobamos si está a nuestro gusto y si no es así, programamos unos minutos más sin poner el cubilete y con el cestillo sobre la tapa para que evapore mejor.

¡Espero que os guste!.

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Nuggets de pollo

Nuggets de pollo

Ésta es una de las cenas habituales de los sábados o domingos en mi casa, ¡cómo nos gustan!, sobre todo a mis niñas. Como dice mi hija mayor: «mamá, están mucho más buenos éstos que los del Mac’D…». Y la verdad es que están riquísimos, pero lo mejor es que son caseros, controlamos los ingredientes y la forma de hacerlo, por lo tanto, sabemos lo que comemos pero sobre todo, lo que comen nuestros niñ@s.

La masa se prepara en menos de un minuto, se rebozan y los hago en la freidora. Mientras, hago las patatas fritas en una sartén y ¡lista la cena!  Lo que no nos puede faltar son varias salsas: mostaza para mi hija mayor y para mí, tomate frito para mi hija pequeña y para mi marido, Ketchup y salsa de queso o a la pimienta.

¡Espero que os gusten!

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